sábado, 5 de noviembre de 2016

“Los estudiantes han sido lo más golpeados por el gobierno desde 2014”



Por Sofía Torres

Jesús Rafael González, politólogo especialista en gobernabilidad y profesor de la UCV, analiza las circunstancias en las que se instala la mesa de diálogo, donde –explica-  el régimen de Nicolás Maduro busca diferir un conflicto social y distribuir las culpas de su responsabilidad en materia económica, pues todos los indicadores revelan que en 2017 la inflación se ubicará en  1.400%, habrá déficit en las balanzas de pago y  nuestro PIB sufrirá un decrecimiento.

Entre sus apreciaciones, González sostiene que la oposición trata de buscar los mejores resultados en un corto plazo, en el campo electoral, ya que es allí donde está su fortaleza.

El diálogo y sus motivaciones

Para el profesor universitario la conflictividad social que se reporta en el país es muy alta,  en respuesta a una elevada inflación, deterioro de la calidad de vida, desabastecimiento e inseguridad, y es en ese contexto que el gobierno decide sentarse en una mesa de diálogo, “porque está entrampado con la situación”.

Dicen que no habrá elecciones regionales en 2016 porque la oposición decidió enfocarse en el revocatorio, eso es falso. La historia reciente del país revela cómo hemos tenido dos y tres procesos electorales en un mismo año. También quieren hacerle ver al país que lo motores económicos no han avanzado porque la Asamblea Nacional los torpedeó, falso, hay que recordar que el gobierno tiene un decreto de emergencia económica que le otorga todas las posibilidades para manejar a discrecionalidad presupuestos y  recursos.
La oposición, por su parte, intenta darle racionalidad al conflicto, ¿por qué?, es evidente que en el escenario de conflicto de calle no hay una fortaleza, su única fortaleza, demostrada hasta hoy, está en el plano electoral. En este sentido, busca los mejores resultados en un corto plazo, como procesos comiciales que le den la victoria, victoria que hubiese tenido en las elecciones regionales este año, suspendidas por las mismas instituciones.

Hay que considerar que todo el pensamiento occidental es producto del diálogo, desde Platón el entendimiento es parte fundamental del hombre, se llega a la guerra porque no hay  entendimiento o diálogo y finaliza porque ninguna de las partes triunfa sobre la otra. Satanizar el diálogo es como satanizar la vida misma; en una pareja, en una familia, el diálogo es fundamental, cómo no va a serlo en un Estado como el que tenemos ahora.
En el diálogo se asumen los errores y se buscan las maneras de solucionarlos, sin embargo, en el discurso oficial no hay rectificación, lo demuestra la amenaza del Presidente a Voluntad Popular.

 La convivencia de 2 agendas

González advierte que los procesos sociales tienen su propia dinámica, al tiempo que alega que  la MUD es una alianza de partidos políticos que no representa a toda la oposición del país; hay un segmento muy grande de la población, que se distribuye en gremios y sectores, y no todos tienen una afiliación política, pero adversan al régimen.
El movimiento estudiantil toma algunas acciones de calle, como la de este jueves 3 de noviembre, para presionar y exigir que en los  acuerdos que se discuten se contemplen algunas reivindicaciones para los estudiantes que están presos. No veo incoherencia entre una agenda de discusión que lleva adelante una mesa de negociación y las exigencias de los estudiantes.

Desde el 2014 los grandes golpeados y vulnerados del régimen han sido los estudiantes,  más de 2 mil tienen medidas cautelares y de los 110 presos, la mitad son estudiantes,  por pensar de una manera distinta y clamar por el cambio.

Corriendo la arruga

El caracazo, punto de inflexión de un sistema político, lo hemos vivido a cuenta gota a los largo de este año. Esto no quiere decir que se estén solucionando los problemas sino que se está corriendo la arruga.

No  veo voluntad por parte del gobierno para hacer concesiones ni modificaciones en su política económica y social, lo que hará será maquillar el caos con algunos cambios en la Sala Constitucional del TSJ, donde de 7 magistrados nombrará 4, o en el CNE nombrará a dos rectores cercanos a la oposición e igualmente quedará con una mayoría de tres, es decir, maniobras que no impliquen alteraciones de fondo en los poderes. El Psuv no solo tiene control en el poder ejecutivo, lo tiene en el Judicial y en el electoral, eso quedó comprobado  con  la suspensión de la recolección del 20% de firmas para el referendo revocatorio, a través de unos tribunales penales con competencia regional.
La historia latinoamericana está llena de ejemplos de cambios de gobiernos que no implicaron una mejora en la calidad de vida. El caso de Bolivia en la década de los 80 es patético, con una inflación de 200% mensual, hubo hasta 5 presidentes en dos años, hasta que entendieron  que  había que llegar a unos acuerdos mínimos para canalizar la polarización política.

González considera que el referendo por sí solo no es una solución, quizás coyunturalmente alivie algunas presiones, dado que la conflictividad social es muy grande y las medidas que se deben aplicar para revertirla son  profundas.
Asegura que el diálogo debe ser social y extenderse a la mayor cantidad de actores posibles: universidades, gremios, empresariado y demás sectores. Estima que esa es la única forma de darle un piso de gobernabilidad no solo a este gobierno sino al que vendrá, porque esa mayoría que se manifestó el 6D, lo hará nuevamente  en unas elecciones regionales y en unas presidenciales.

 Las vías hacia el cambio

La postura del gobierno frente a la posibilidad de unas elecciones generales es ambigua, argumenta que como no están contempladas en la Constitución, deben pasar primero por una enmienda, eso significaría ir a un proceso electoral, y si es con este CNE (ya vimos que un proceso de referendo puede tardar 10 meses), llegaríamos a diciembre de 2017,  para hacer esas elecciones en 2018, quedamos en lo mismo. Ese juego, que es al que apuesta el régimen debe tener una respuesta contundente de la oposición. La violación empezó este año no solo con la suspensión del RR sino con la no convocatoria de las elecciones de regionales,  que deben realizarse lo más rápido posible.

El analista opina que para encaminar la situación actual es necesario renovar al actual CNE, “cuyas rectoras asumieron una posición política al suspender el RR”, y la convocatoria de un cronograma electoral creíble. Agrega que hay páginas, por ejemplo  Capel.org,  donde se  aprecian los cronogramas electorales de cualquier país: cuándo hay elecciones, cuándo comienzan las postulaciones de candidatos, cuándo se cierra el registro electoral, cuándo se capacitan los miembros de mesa; todo de forma transparente. “Con este órgano electoral no se puede hacer ningún proceso confiable”, precisa.

@soficarol21

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